La creatividad es la habilidad de encontrar soluciones a problemas de formas fuera de lo común. Es poder vincular dos ideas aparentemente inconexas; es percibir el mundo de formas particulares, encontrar patrones y, por supuesto, de llevar a la realidad ideas que solamente vivían en la imaginación.
Me atrevería a decir que la creatividad es uno de los atributos más característicos del ser humano y lo que nos ha hecho avanzar como sociedad. Por lo tanto, la creatividad es algo que todos tenemos la capacidad de cultivar, algo así como un “músculo” creativo. Y como cualquier músculo, la creatividad necesita constancia y así evitar que se atrofie o pierda resistencia.
Pero la creatividad la asociamos generalmente con un determinado grupo de personas que se dedican, pues, a trabajos “creativos” –como si solamente los diseñadores necesitaran ser creativos. O bien, creer que la creatividad es algo con lo que se nace, un talento, un don, y si no sacaste la lotería genética, no hay esperanza.
¿Por qué sucede esto?
Antes solíamos darle un gran peso al dominio de una habilidad en particular, sobre todo las manuales o de destreza. Pensemos en operarios o técnicos, que por supuesto son importantísimos hoy en día, aunque con el avance tecnológico, muchas de esas habilidades han sido reemplazadas por máquinas.
Según varios análisis de reclutadores y expertos en proyecciones futuras, la creatividad será una de las habilidades mas cotizadas en empleos futuros, independientemente del área de desempeño. Por lo tanto, aunque alguien se dedique a la ciencia, la creatividad será uno de los “skills” más importantes para ejercer en el futuro.
Por lo tanto, perseguir una carrera creativa es una decisión estratégica; muchas de las carreras de hoy en día que no consideran a la creatividad como una habilidad a desarrollar tendrán que cambiar para adaptarse a las necesidades del futuro y las carreras que sí lo hacen tendrán que abrir sus horizontes para abarcar otras disciplinas a quienes pueda ayudar a avanzar.
Es común creer que alguien no pueda vivir de la creatividad solamente pero cada día avanzan más y más las industrias que dependen enteramente de eso, como el entretenimiento. En los últimos años, la industria de los videojuegos ha crecido de manera exponencial y su valor, al igual que el de la industria cinematográfica, se encuentra en los billones de dólares.
Y gracias a los avances tecnológicos –otra vez– los productos de entretenimiento pueden llegar a más personas y cubrir todas las posibles necesidades (cine versus streaming, videojuegos casuales y no tan casuales).
Esta alta demanda por generar mas productos de entretenimiento con cada vez mejor calidad exige que los creadores tengan distintas habilidades y un amplio entendimiento sobre lo que significa ser creativo hoy en día.
Las diversas disciplinas deberán trabajar en conjunto para brindarle a los consumidores lo que buscan pero siempre partiendo de un foco creativo. Es por eso que, ahora más que nunca valdría la pena invertir nuestro tiempo y esfuerzo justamente en cultivar estas habilidades.
La próxima vez que escuches a alguien decir que los creativos tienen pocas oportunidades de triunfar, piensa en todas las posibilidades que el futuro nos depara gracias, justamente, a la creatividad.
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