La historia de Studio Ghibli está plagada de héroes femeninos, tanto a un lado como al otro de la pantalla.
Hace apenas unos días fallecía a los 77 años Michiyo Yasuda, diseñadora de color del celebérrimo estudio de animación japonés de cuyas manos han salido producciones como El viaje de Chihiro, Mi vecino Totoro, La Princesa Mononoke, Porco Rosso y un largo etcétera.
Michiyo Yasuda
Yasuda llegó al mundo de la animación por casualidad cuando, recién terminado el instituto, no quiso resignarse a los trabajos reservados típicamente a la mujer en la época. Aceptó un empleo en Toei sin saber en qué consistía aquello del coloreado en animación y terminó dedicándose a ello profesionalmente durante más de medio siglo junto a dos de los más grandes creadores de todos los tiempos: Hayao Miyazaki e Isao Takahata.
El trabajo de Yasuda en Studio Ghibli fue esencial, ya que marcaba el ritmo de la historia y la personalidad de los personajes; la elección del color de las escenas de las películas desempeñaba un papel tan importante en el storytelling como las propias palabras pues, a través de este, la japonesa lograba transmitir emociones y estados de ánimo sin necesidad de que los protagonistas emitiesen sonido.
De esta manera se convirtió, junto con la animadora Makiko Futaki (fallecida también este año), en una de las grandes figuras femeninas de Studio Ghibli. A la altura en importancia de las protagonistas femeninas y guerreras de los largometrajes más famosos del estudio de animación y que forman ya parte del sello de identidad de Ghibli.
Para mostrar de lo que estamos hablando recuperamos el vídeo que, el periodista cinematográfico Leigh Singer, editó y publicó para rendir homenaje a las protagonistas femeninas de los largometrajes de Studio Ghibli que, durante 30 años, ha puesto en ellas el foco de las aventuras trepidantes de sus películas.
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